A mí me gustaría que no existiera la homofobia...
César Peralta
“A mí me gustaría
que no existieran los gays…”
Candelaria Pérez Jiménez.
Coordinadora de la Fracción
Parlamentaria de MORENA en Tabasco.
Antes de escribir esta nota,
me di a la tarea de investigar sin éxito la trayectoria académica y política de la
Señora Candelaria Pérez para tratar de
comprender los motivos y fundamentos en los que basa su desatinada y reprobable
declaración, reprobable porque la Señora Candelaria no es una ciudadana común,
ya que si lo fuera no me hubiera yo tomado la molestia de darle importancia a
tan ignorante comentario. Sin embargo, la Señora es una Legisladora
en la Cámara de Diputados y la Coordinadora de la fracción parlamentaria del
Partido Movimiento de Regeneración Nacional MORENA en Tabasco. Solo por esta razón me
permito compartir esta reflexión.
Señora Diputada tener el cargo que usted ostenta es un honor y una gran responsabilidad ya que es precisamente en el Congreso en donde se proponen, se discuten, se derogan, se reforman y se aprueban las leyes que son el marco de derecho de una sociedad que se presume democrática, por esta razón encuentro su declaración sumamente preocupante ya que un hacedor de leyes debe ser un individuo con una alta responsabilidad social y déjeme decirle que la discriminación y la homofobia en contra de cualquier grupo o persona es inaceptable e ilegal.
Al convertirse en una representante de los ciudadanos, usted tiene la encomienda de trabajar por la mayoría pero también por las minorías generalmente las más vulnerables, es decir usted trabaja para el pueblo y en nuestro pueblo las lesbianas, los gays, los bisexuales y los transexuales existen y muchos de ellos no se atreven a vivir de manera plena por el miedo a sufrir el rechazo y la discriminación de personas homofóbicas como usted.
Señora Diputada a usted le gustaría que no existieran los gays, fíjese que curioso de la misma forma pensaba Hitler, a él no le gustaba que existieran los judíos, los homosexuales u otra raza que no fuera la aria, al Ku Kux Klan no le gusta que existan los afro americanos, a Donald Trump y a sus miles de simpatizantes no le gusta que existan los mexicanos en Estados Unidos. En Afganistán, Brunei, Irán, Mauritania, Pakistán, Arabia Saudíta, Sudan, Yemen, partes de Nigeria y Somalia tampoco les gusta que existan los homosexuales por eso ser gay se castiga con la pena de muerte, buenos lugares para que su deseo se materializara, sin embargo las mujeres en esos países no tienen los mismos derechos que los hombres, es decir no tienen ni voz ni voto, por lo que sería muy difícil convertirse en diputada por esos rumbos. En otros ochenta países se castiga penalmente a los hombres y mujeres que se sienten atraídos afectiva y sexualmente por una persona de su mismo sexo, no estaría de más hacer un estudio comparativo de las leyes en esos países para que usted las proponga al pleno.
La homofobia Señora Diputada es sinónimo de ignorancia,
la ignorancia convertida en fanatismo es grave y declaraciones como la que
usted hizo no hacen más que fomentar la discriminación, la ridiculización, el rechazo, el repudio, el odio, la violencia
y en casos extremos el crimen. El año pasado la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por
Homofobia (CCCCOH) dio a conocer que de 1995 a 2013 fueron asesinadas 887 personas de la comunidad LGBTQ en Mexico.
En México hemos avanzado
poco a poco en materia legislativa, aunque aún falta mucho para hacer realidad
el sueño de miles de mujeres y hombres que quieren vivir libres de estigmas, discriminación,
rechazo y violencia por el simple hecho de ser homosexuales. El trabajo nos
corresponde a todos como sociedad y parte de nuestro trabajo es elegir gobernantes
y legisladores con un claro compromiso por la justicia y los derechos humanos,
mujeres y hombres honestos, preparados y con una visión progresista y no
retrograda que nos lleve a construir una sociedad fuerte e incluyente en donde
nadie se quede fuera.
No sé cuál fue el proceso por el que usted fue electa Diputada, con todo respeto yo preferiría que los diputados,
senadores y nuestros gobernantes se prepararan tanto académicamente como en la
arena política para servir al pueblo, al pueblo que les paga jugosos salarios
para que den resultados y hablo resultados basados en planes de desarrollo de
corto, mediano y largo plazo que haga que nuestras comunidades entren a la
senda del progreso, la paz, la democracia y la justicia social.
Yo preferiría que gente homofóbica no tuviera cabida en ningún área de la administración pública, yo prefería que gente sin preparación no ocupara el alto honor de ser legislador, yo preferiría que no existieran los políticos deshonestos y corruptos, yo preferiría que nuestra sociedad despierte y nos convirtamos en verdaderos ciudadanos. Esta es mi humilde reflexión y el artículo primero de nuestra Constitución Política:
“Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”
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