Échalo en un saco roto.
César PeraltaAnoche antes de iniciar mi clase de yoga pedí al universo que de una vez por todas yo dejara ir todo lo que estuviera distrayendo mi paz, es decir dejar ir los pensamientos negativos, los miedos, los sentimientos de incertidumbre y preocupaciones que me estaban perturbando y al mismo tiempo todas esas ideas que otros ponen en nuestras mentes con comentarios mal intencionados, con actitudes o solo con la simple energía negativa que emanan y a veces hacemos nuestros, llenando nuestra mente de pensamientos y sentimientos que ni nos benefician, ni nos pertenecen. A medida que la clase transcurría más liberado y tranquilo me sentía y curiosamente me visualice limpiando mi casa. Hoy al despertar el pensamiento fue muy claro y me hizo tanto sentido que lo quiero compartir.
¿Para tener una casa limpia que hacemos? ¿La limpiamos
no? Una casa limpia es el resultado de un trabajo diario, no quiere decir que
todos los días limpiamos, pero al menos tratamos de poner las cosas en su lugar
y limpiar todo lo que ensuciamos, los platos por ejemplo. Algo que hacemos
diariamente es poner la basura en su lugar, sin pensar, sin cuestionar, sin
esforzarnos simplemente lo hacemos. Tengo un bote de basura en donde pongo una
bolsa de plástico y ahí voy tirando todo, cuando la bolsa está llena hago un amarre
en la bolsa salgo de mi departamento y la tiro en el túnel designado para
tirarla, ahí la basura desaparece en un segundo, solo escucho como va cayendo
pero no puedo ver nada ya que el túnel es muy obscuro, es como si esa bolsa
fuera tragada por un ente que desaparece lo que no necesitamos. Nunca más volveré a ver esa bolsa que ni
siquiera sé que contiene, lo que si se es que cuando tiro la basura me siento
liberado, es como sentir que mi casa está menos sucia y obvio pongo una nueva
bolsa lista para recibir todo lo que no necesito.
Se han de preguntar que tiene que ver toda
esta historia de la basura con mi deseo, bueno la mente funciona más o menos
así, día a día nuestra mente está en constante movimiento, no necesitamos estar
despiertos para que esta siga trabajando, durante el día al estar expuestos a
diversas situaciones, personas, momentos, en otras palabras al estar vivos y
ante el mundo vamos experimentando diversas situaciones algunas alegrías,
sorpresas, momentos felices , nos topamos con gente buena onda, pero también estamos
expuestos a situaciones no del todo gratas, por ejemplo cuando no sabemos qué
va a pasar y nos preocupamos, es la incertidumbre la que nos invade generando
miedo y ansiedad, otras veces estamos expuestos a situaciones que tenemos que
resolver, otras veces gente no tan buena onda nos rodea aventándonos toda su
mala vibra y frustraciones esperando a que reaccionemos.
Ante toda acción tenemos una reacción que
puede ir desde sentimientos placenteros hasta la violencia y el odio. La
mayoría por no decir que casi todas nuestras reacciones son aprendidas y reaccionamos
de acuerdo a nuestros patrones de comportamiento que no son otra cosa que todo
lo que hemos visto, imitado y aprendido a lo largo de nuestra vida y lo tenemos
tan arraigado que un día nos creemos que así somos y no hay forma de cambiar. “Así
soy yo” solemos decir.
Sin embargo, los seres humanos no somos
versiones terminadas y estamos en constante evolución si igual que el planeta y
el universo. No se trata de cambiar, se trata de saber en dónde ponemos nuestra
atención, porque si de algo estoy completamente seguro es que en donde ponemos
nuestra atención eso crece y se multiplica en nuestra vida. No se trata de que un
día vayamos a despertar y decir ¡WOW! ¡Nada
me molesta todo es perfecto! porque no es por ahí, de hecho hay muchas cosas
que se tienen que cambiar en esta sociedad sin embargo, no hay de otra, nos
guste o no tenemos que empezar por nosotros mismos. Apreciamos lo que valoramos
y valoramos lo que tenemos por lo mismo para querer una sociedad pacifica
tenemos que ser seres pacíficos, si queremos una sociedad honesta, tenemos que
ser honestos y así nos podemos seguir hasta llegar al punto de ser seres
humanos conscientes viviendo en comunidades y sociedades conscientes.
Cuando hablo de limpiar la casa y de tirar todo lo que no nos sirve, me
refiero a que es nuestra responsabilidad hacerlo de la forma que mejor se
acomode a nuestro estilo de vida y necesidades. Hay quienes prefieren los métodos
tradicionales, mientras unos barren otros aspiran, mientras unos limpian cada
semana, otros lo hacen diariamente. Lo mismo sucede con nuestra mente para
limpiarla de todo lo que no nos sirve tenemos que buscar las técnicas que mejor
nos acomoden y nos gusten, no tiene que ser complicado al contrario debe de ser
de manera fácil y natural. Oración, meditación, contacto con la naturaleza, el
arte, el servicio, la lectura, tú decides lo que sí es un requisito es que hay
que comprometerse a practicar y convertir estas técnicas en un habito para
liberar nuestra mente.
Cuando algo no se siente bien, no tiene ningún
caso agarrarse a esa sensación, al
contrario hay que aprender a dejar ir, a no aferrarnos a nada, ni a las
situaciones, ni a las cosas, ni a las personas. Cuando alguien con sus
actitudes o palabras trata de herirnos o hacernos sentir mal, de hacernos
sentir menos, está en nosotros dejar que sus palabras nos afecten o tirar esos
comentarios negativos a la bolsa de la basura. Mi abuela decía “Échalo en un
saco roto” en un saco roto en donde todo lo que eches ahí desaparezca y nunca más
lo vuelvas a ver. Es un saco roto decía para que siempre lo lleves contigo y no
te pese cargarlo, en ese saco vas a echar todos los insultos, groserías,
actitudes de la gente y tus propias actitudes que puedan haber lastimado a
alguien y de las cuales estas arrepentido así como todo lo que no te haga
sentir bien.
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