¡Hoy es un día especial!



¡Hoy es un día especial!

César Peralta

Aquí estoy sentado en la tercera fila de la sala de ceremonias, a mi lado izquierdo una silla vacía y al derecho un padre con su hijo ambos emocionados y sonrientes ondean la bandera canadiense que recibimos de obsequio junto con un pin con la forma de una hoja de maple, un libro acerca de los símbolos patrios de Canadá y una carta de bienvenida firmada por el Primer Ministro.

Aquí estoy sentado junto con otras ochenta y tantas personas que no conozco esperando pacientes y siguiendo las últimas instrucciones de los empleados de migración que coordinan la logística del evento antes de que la ceremonia comience. El ambiente en la sala se siente tranquilo, es festivo pero quieto, se respira buena vibra y aunque estamos un poco apretados nadie se queja, lo importante es que ya estamos aquí, estamos aquí concentrados en nuestros propios pensamientos, como que una lluvia de recuerdos están invadiendo nuestras mentes para no olvidar la larga e intensa jornada que hemos recorrido desde que decidimos poner nuestros sueños en una maleta y dejar a nuestras familias, amigos, trabajo y posición para empezar a escribir un nuevo capítulo en nuestras vidas en un país diferente al que nos vio nacer y el que hoy nos recibe como sus ciudadanos. ¡Qué gran día!

Aunque casi todos llevamos invitados para acompañarnos y ser testigos de este suceso creo que nadie puede entender mejor el significado de este momento más que nosotros mismos: los que emigramos, los que hemos vivido esta jornada intensa en donde hemos superado muchos obstáculos, dificultades y retos que ya sea para bien o para mal nos han marcado, puedo decir en mi caso para convertirme en un mejor ser humano.

Vienen a mi mente un sinfín de imágenes, innumerables historias, muchos recuerdos del camino recorrido desde que llegue a este país un 1º de Octubre del año 2007. Son tantos los momentos felices llenos de alegría, risas, inocencia y descubrimiento. Son varios los momentos difíciles, tristes, muy tristes, de depresión y dolor. Son constantes los momentos de profunda reflexión, paz y crecimiento. Todos momentos intensos, todos inolvidables.

Momentos que tuve la inmensa fortuna de compartir con un ser humano excepcional, que debería estar aquí pero está de viaje visitando el Taj Mahal cumpliendo uno más de sus tantos sueños. ¡Qué jornada la que vivimos! El día de nuestra llegada, los tramites con inmigración, las clases de inglés, la búsqueda de oportunidades, la búsqueda de trabajo, la búsqueda de amigos, la búsqueda constante… Como olvidar nuestro primer departamento en donde vivimos con muy poco, si con muy poquito pero felices sin importar que la alacena no estuviera bien surtida, entonces aprendimos a celebrar cada logro por pequeño que fuese y nunca, nunca perder la fe.

Por eso para mí hoy es un día especial, ¡Sí que lo es! es como si fuera el día de la graduación y después de seis años y medio de constante aprendizaje y de superar las pruebas que la vida me ha puesto hoy siento que me estoy graduando, me estoy graduando porque pase mis exámenes, pase las pruebas y lo más importante de todo aprendí a ser más humilde, amoroso y compasivo, aprendí de mis errores, de mis tropiezos, de mis fallas, aprendí de todo aquel que me ha brindado su mano y me ha ofrecido su amistad sincera y también de los que no. Hoy me acompañan dos de mis grandes amigas y mi pareja, tres de los grandes regalos que me ha dado este país.

Estoy aquí sentado esperando hacer mi juramento, cumpliendo un sueño, llegando a una meta y celebrando en silencio con alegría, nostalgia y gratitud este momento. Hoy estoy viviendo una realidad completamente distinta a la del inicio de la jornada, cerrando un ciclo y comenzando otro y este ciclo que comienza no será mejor ni peor, será diferente porque yo sigo siendo el mismo pero soy diferente quizá más maduro, más humano, más real y estoy listo para seguir caminando, para seguir aprendiendo y para seguir cumpliendo mis sueños. ¡Me siento profundamente agradecido!

Hoy estoy aquí recitando mi juramento, cantando el himno nacional y me contengo para no llorar porque la emoción que siento es grande, es real, es mágica. ¡Hoy es un día especial, sí que lo es!

Toronto, Ontario.

Marzo 3, 2014


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