Nuevo Vallarta: El Reencuentro.
César Peralta
Todas las ciudades tienen un toque especial que las diferencia unas de otras, características que las hacen únicas como su ubicación geográfica, arquitectura, cultura, las calles, los parques, las plazas, las iglesias, la comida, la gente. Hay ciudades famosas y otras desconocidas, unas son grandes y otras pequeñas, unas son limpias y otras sucias, otras están perfectamente planeadas, mientras que otras son un desorden, algunas ciudades son ricas y otras muy pobres, y así podríamos seguir mencionando diversas características que hacen a cada ciudad diferente y especial, sin embargo lo que las hace realmente especiales son las historias de vida y las experiencias que vivimos en ellas.
Por esta razón todos tenemos un cariño especial por las ciudades en las que nacimos, crecimos, estudiamos, viajamos, tuvimos nuestro primer amor, nuestro primer empleo, nuestra primera borrachera, nuestra primera decepción y una que otra tristeza. Sin embargo, no es la ciudad en si la que es especial, son especiales los momentos que pasamos en ellas, las situaciones y experiencias que nos hacen recordar sus calles y lugares, plazas y parques, playas y ríos, es decir a lo largo de nuestra vida le hemos dado significado a cada uno de los lugares en donde hemos estado. El significado y valor que le damos a cada lugar está íntimamente relacionado a lo que vivimos en ellas.
Nuevo Vallarta está situado en la Riviera de Nayarit a 25 minutos de Puerto Vallarta, un destino turístico relativamente nuevo que cuenta con una zona hotelera llena de exclusivos resorts, villas, campos de golf y hermosas playas desde donde se aprecian las más espectaculares puestas de sol. El lugar es ideal para ir a relajarse, tomar el sol y disfrutar unos días de vacaciones con la familia, la pareja o los amigos. El lugar si bien es de primer nivel, no sería nada sin la cercanía con el mundialmente famoso Puerto Vallarta, un pueblo en donde su gente, calles y hermoso malecón nos recuerdan una y otra vez que estamos en México.
Que alegría sentí al ver a las familias mexicanas paseando en el Malecón mientras los tradicionales vendedores ofrecian sus productos y los artistas de la calle daban su show. Ahi estaban el "algodonero", el "vende mango", el "vende esquites", los retratistas, payasitos, mimos, escultores de arena, el globero, los voladores de Papantla, el Mariachi, los pintores y hasta el famoso hombre que hace torres con piedras. Ahí estaba también la policía y el ejército, los cuales se han vuelto parte de la cotidianidad en la vida de los mexicanos. Ahí había alcohol y música y las canciones más populares hacían referencia a las historias que vemos en las noticias, si esas que tienen que ver con el narco.
Durante mi visita vi a mi gente de otra forma, observe detenidamente a los peatones y analicé desde su forma de vestir hasta su forma de actuar, escuchaba sus platicas, me interesaban sus historias y vi de nuevo la desigualdad muy cerca, las diferencias entre los locales y los turistas, entre los indígenas y los mestizos, entre los ricos y los pobres. Vi también muchas sonrisas, alegría y ojos que reflejaban la inocencia que nos caracteriza como pueblo, vi como la gente ya sea con poco o con mucho se divierte, canta y baila. Me sentí muy orgulloso de ser mexicano y de ver que a pesar de la difícil situación por la que atraviesa mi país, los mexicanos somos gente buena, trabajadora y alegre. No sé si es una cualidad pero los mexicanos nos adaptamos a todo, incluida la cultura de violencia.
Nuevo Vallarta se convirtió en un lugar inolvidable, por la simple y sencilla razón de ser el primer lugar que visite después de una larga ausencia, ahí me reencontré con México pero lo más importante me reencontré con las personas que más amo en el mundo. Nunca olvidare el primer abrazo que le di a mi hermano al cual fue el primero que vi sin poder contener las lagrimas, nunca olvidare la cara de mi querida madre la cual espero con paciencia el momento que no tenia fecha para abrazarme y besarme con el amor que solo una madre puede dar. Siempre estarán en mi mente y mi corazón los abrazos de mi padre y las risas compartidas con mi hermana. En mi corazón estarán grabadas por siempre las risas, platicas, palabras, abrazos, comidas, bebidas y momentos compartidos en todos los hermosos lugares en los que estuvimos juntos de nuevo aunque sea por una semana. Puerto y Nuevo Vallarta tienen ahora un significado especial en mi vida.
Por esta razón todos tenemos un cariño especial por las ciudades en las que nacimos, crecimos, estudiamos, viajamos, tuvimos nuestro primer amor, nuestro primer empleo, nuestra primera borrachera, nuestra primera decepción y una que otra tristeza. Sin embargo, no es la ciudad en si la que es especial, son especiales los momentos que pasamos en ellas, las situaciones y experiencias que nos hacen recordar sus calles y lugares, plazas y parques, playas y ríos, es decir a lo largo de nuestra vida le hemos dado significado a cada uno de los lugares en donde hemos estado. El significado y valor que le damos a cada lugar está íntimamente relacionado a lo que vivimos en ellas.
Nuevo Vallarta está situado en la Riviera de Nayarit a 25 minutos de Puerto Vallarta, un destino turístico relativamente nuevo que cuenta con una zona hotelera llena de exclusivos resorts, villas, campos de golf y hermosas playas desde donde se aprecian las más espectaculares puestas de sol. El lugar es ideal para ir a relajarse, tomar el sol y disfrutar unos días de vacaciones con la familia, la pareja o los amigos. El lugar si bien es de primer nivel, no sería nada sin la cercanía con el mundialmente famoso Puerto Vallarta, un pueblo en donde su gente, calles y hermoso malecón nos recuerdan una y otra vez que estamos en México.
Que alegría sentí al ver a las familias mexicanas paseando en el Malecón mientras los tradicionales vendedores ofrecian sus productos y los artistas de la calle daban su show. Ahi estaban el "algodonero", el "vende mango", el "vende esquites", los retratistas, payasitos, mimos, escultores de arena, el globero, los voladores de Papantla, el Mariachi, los pintores y hasta el famoso hombre que hace torres con piedras. Ahí estaba también la policía y el ejército, los cuales se han vuelto parte de la cotidianidad en la vida de los mexicanos. Ahí había alcohol y música y las canciones más populares hacían referencia a las historias que vemos en las noticias, si esas que tienen que ver con el narco.
Durante mi visita vi a mi gente de otra forma, observe detenidamente a los peatones y analicé desde su forma de vestir hasta su forma de actuar, escuchaba sus platicas, me interesaban sus historias y vi de nuevo la desigualdad muy cerca, las diferencias entre los locales y los turistas, entre los indígenas y los mestizos, entre los ricos y los pobres. Vi también muchas sonrisas, alegría y ojos que reflejaban la inocencia que nos caracteriza como pueblo, vi como la gente ya sea con poco o con mucho se divierte, canta y baila. Me sentí muy orgulloso de ser mexicano y de ver que a pesar de la difícil situación por la que atraviesa mi país, los mexicanos somos gente buena, trabajadora y alegre. No sé si es una cualidad pero los mexicanos nos adaptamos a todo, incluida la cultura de violencia.
Nuevo Vallarta se convirtió en un lugar inolvidable, por la simple y sencilla razón de ser el primer lugar que visite después de una larga ausencia, ahí me reencontré con México pero lo más importante me reencontré con las personas que más amo en el mundo. Nunca olvidare el primer abrazo que le di a mi hermano al cual fue el primero que vi sin poder contener las lagrimas, nunca olvidare la cara de mi querida madre la cual espero con paciencia el momento que no tenia fecha para abrazarme y besarme con el amor que solo una madre puede dar. Siempre estarán en mi mente y mi corazón los abrazos de mi padre y las risas compartidas con mi hermana. En mi corazón estarán grabadas por siempre las risas, platicas, palabras, abrazos, comidas, bebidas y momentos compartidos en todos los hermosos lugares en los que estuvimos juntos de nuevo aunque sea por una semana. Puerto y Nuevo Vallarta tienen ahora un significado especial en mi vida.
Gracias por compartir. Es una invitacion a observar con mas detenimieto cada vez que visitamos una ciudad y sobre todo apreciar cada momento que vivimos en cualquier ciudad en la que estemos. Despues de todo somos ciudadanos del mismo universo todos. Om paz
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